Nuestros tratamientos para la embarazada y para la nueva mamá, como todos los demás, son personalizados.
Se dividen por trimestres y se reevalúan en cada sesión, ya que los cambios que se producen en el cuerpo de la mujer en esta etapa de su vida suelen ser rápidos.
En corporal aplicamos maniobras de movilización para mejorar la flexibilidad de cara al parto, realizamos masajes drenantes y relajantes en extremidades inferiores y superiores, también aplicamos maniobras de estabilización en espalda y caderas, masaje específico de pies, todo ello acompañado de aceites vegetales (entre otros cosméticos específicos para gestantes) que mejoran la firmeza y elasticidad y previenen dolores, pesadez, estrías, flacidez… el flujo de sangre es más abundante y la oxigenación que recibe el feto es mayor. Son múltiples los beneficios del masaje tanto para madre como para el bebé en estos meses tan especiales.
En facial mantenemos la filosofía previa al embarazo, utilizando productos también específicos para estos meses de espera. Tratamos problemas como fragilidad capilar, flacidez, marcas de expresión o arrugas profundas y sobre todo hacemos hincapié en la prevención (y en su caso tratamiento) del melasma en el embarazo, manchas en la piel causadas por el proceso hormonal y que tanto trabajo cuesta disimular en su fase más intensa.
En general conviene recordar que un pre y post parto precisan preservar al máximo la estabilidad en la piel y la silueta de la mamá para que el embarazo y la recuperación sean rápidas y no tengan secuelas estéticas profundas.