En este post quiero analizar esta frase que tanto oímos en octubre, justo cuando la exposición solar llega a su fin y vamos empezando a perder ese bronceado que tan bien nos sienta, pero que tiene su precio.
A partir de los 30 años todos los elementos que forman parte de la piel van poco a poco perdiendo parte de sus facultades, la regeneración celular se ralentiza o empobrece, la producción de colágeno y elastina (fundamentales en la piel) se desestructura y el manto hidrolipídico (nuestra protección natural) empieza a disminuir.
Bien, pues ese proceso biológico natural que se llama envejecimiento tiene un 30% aproximado de inevitable y un 70% aproximado de evitable. En ese 70% entra en juego el que llamamos «estrés oxidativo», en el que el factor determinante es la radiación UV.
Siempre pongo el ejemplo de dos hojas de una planta verdes e hidratadas. Ponemos las dos al sol durante dos días, una con protección (con un papel por encima) y la otra sin protección. A los dos días una se conservará en mejores condiciones verdad?
Pues a nuestra piel le pasa lo mismo, expuesta a factores agresivos acelera su degeneración, (sabemos que no existe la pantalla total y absoluta). Siempre partiendo de la base de que somos una máquina de autorregeneración espectacular y que nuestro organismo siempre tiende a reparar los daños, pero con el paso de los años le cuesta más y los efectos se notan desde el exterior.
Nunca es tarde para echar una mano a nuestro organismo, ni siquiera cuando el daño está hecho! Hoy en día existen tratamientos espectaculares para la regeneración, tanto de cabina como domiciliarios. Quiero enseñaros uno de los domiciliarios con los que estoy especialmente convencida.
Crema Antiaging MCCM
Contiene proteoglicanos que flexibilizan la piel, aceite de aguacate que regenera y reestructura las fibras, también hidrovitón que es un complejo hidratante con una capacidad altísima de nutrición y repair complex, una sustancia desarrollada para prevenir lo daños inducidos por los UV en la dermis y epidermis gracias a la estimulación del sistema de reparación de las células externas.
Es un auténtico bálsamo antiedad.
Proteoglicanos MCCM
Provocan un incremento del nivel de colágeno soluble y proporcionan flexibilidad y suavidad a la piel. Previenen la aparición de arrugas de expresión y facilitan su eliminación.
Los Proteoglicanos por su composición en colágeno y mucopolisacáridos actúan en la dermis, son responsables de su elasticidad y hidratación.
Magia en forma de ampollas!
En marquessa disponemos del tratamiento a base de Proteoglicanos, Proteoglycans Skin Renew, que suaviza, regenera y flexibiliza esas pieles áridas y aturdidas cuyas líneas, manchas e irregularidades dérmicas se han multiplicado por dos.
Es una cura regenerativa en toda su extensión.
Cuéntame. Tu piel, en qué condiciones ha superado el verano?
