La micropigmentación hoy en día no es un lujo, es una necesidad. El ritmo de vida que llevamos nos obliga a ir siempre perfectas en el menor tiempo posible y con la micropigmentación conseguimos un aspecto cuidado y un rostro embellecido hora tras hora y día tras día.
La técnica consiste en la microimplantación de pigmentos a nivel epidérmico con la finalidad de mejorar y corregir volúmenes, tonalidad y asimetrías.
En las cejas rediseñamos y sombreamos el contorno, corregimos alopecias, calvas, cicatrices, elevamos el arco para darles mayor volumen y expresividad, hay que tener en cuenta que una ceja muy fina nos pone unos cuantos años encima.
En los ojos el efecto que buscamos es de relleno entre pestañas, micropigmentamos una fina línea entre ellas que produce un efecto óptico de sombreado y repoblamiento, enmarcando en el ojo tanto la línea superior como la inferior.
En labios la micropigmentación redefine y sombrea el perfil coloreando el contorno, corrige asimetrías, eleva comisuras, disimula arrugas peribucales y en labios muy finos produce un aumento óptico natural. Para este trabajo escogemos el color en función de los gustos de la persona siempre buscando naturalidad y perfección.
Con la técnica de la micropigmentación también es posible disimular cicatrices, incluso reconstruir con técnicas correctivas una areola mamaria después de una cirugía, o camuflar una alopecia areata en la cabeza en casos de estrés…
La micropigmentación abarca un rango muy amplio de aplicación, tanto a nivel de embellecimiento natural como de apoyo en técnicas terapéuticas correctivas, es uno de los sistemas más demandados en estética y sirve para cualquier edad después de los 18 años.